Planear un techo azotea

La estructura de un techo azotea

A diferencia del muy difundido sistema de cubiertas o techos de cabios (techo inclinado a simple vertiente o a dos aguas) el techo azotea no presenta pendiente o en todo caso una mínima.

Al planear un techo azotea, DIN recomienda considerar una inclinación de al menos 2% (lo que corresponde a 1,15°) a fin de que las aguas de lluvias o nieve derretida puedan evacuarse.

Las principales ventajas de este tipo de techo están en el reducido peso propio, los amplios campos de utilización (p.ej. para terrazas de azotea) y sus razonables costes de construcción.

La construcción de un techo azotea puede realizarse tanto como techo frío (techo monocapa) o techo cálido (techo bicapa).

El techo frío o bicapa

El techo frío consiste de dos capas montadas a una cierta distancia una de otra y es por lo tanto un techo ventilado interioremente. El aire puede circular por los espacios huevos y evita la humedad por condensación.

Gracias a la circulación del aire, este tipo de techo protege contra una acumulación excesiva del calor en caso de que el techo esté expuesto al sol por periodos prologados. El techo no se calienta y el calor no se almacena. La capa interior del tejado siempre tendrá la temperatura máxima de sombra.

Las características de aislamiento térmico de un techo frío o bicapa son similares al de monocapa si se aplican materiales aislantes del mismo espesor.

El techo frío tiene una construcción más exigente que la del techo cálido o monocapa lo que originará mayores costes de construcción.

El techo cálido o monocapa

El techo cálido consiste de una construcción de una sola capa y este tipo de techos no tienen una ventilación o purga de aire propia. El techo cálido o monocapa es un techo no ventilado.

En las épocas frías del año tanto el techo cálido como el techo frío presentan características similares con respecto al aislamiento térmico. En la época calurosa del año el techo monocapa se calienta en periodos prolongados de sol. Por la falta de ventilación el calor se almacena en el techo. Es decir que, expuesta al sol por un periodo prolongado, la vivienda entera se puede calentar.

Impermeabilización del techo azotea

Lo más importante en un techo azotea es su impermeabilización. Ya la más mínima fuga o permeabilidad puede permitir la entrada de humedad y producir graves daños por humedad. La impermeabilización de un techo azotea debe ser 100% resistente al agua. Los más mínimos daños o defectos deben repararse inmediatamente, lo que significa que un techo azotea es de mantenimiento intensivo.

La típica impermeabilización de un techo azotea es por medio de bitumen. Bitumen es un revestimiento a base de alquitrán o brea como lo encontramos por ejemplo también en los pavimentos de las calles. El bitumen se aplica por bandas al techo azotea y se flamea.

Encontrará más detalles para la planificación de su casa en nuestras Informaciones para el propietario de la obra.